Todos sabemos que la alimentación y los nutrientes que ingerimos influyen en nuestra salud. Por supuesto, eso incluye nuestra boca y nuestros dientes. De hecho, estas partes del cuerpo son las primeras a exponerse a todas estas comidas, y son las estructures responsables de realizar una correcta masticación que permite una buena nutrición.
No sólo los alimentos que elegimos sino también cuándo y cómo los comemos afectan a nuestra salud bucal. Por ejemplo, aquellos alimentos que contienen más azúcar pueden influir en mayor medida sobre la salud dental si los comemos entre horas que si los comemos en algunas de las comidas principales del día.
Los azúcares que ingerimos entran en contacto con las bacterias de la boca, éstas crean ácidos que atacan a los dientes durante 20-30 minutos y favorecen la aparición de caries. Por esto, es recomendable reducir la cantidad total de ingesta de azúcares y el número de veces o frecuencia en que los ingerimos.

La alimentación también tiene importancia en la aparición de cáncer bucal; una dieta sin bebidas alcohólicas y con alimentos saludables, como las frutas y las verduras, puede ayudar a prevenirlo.
¿Qué recomendamos evitar?
- Alimentos y bebidas azucarados (zumos envasados, bebidas carbonatadas o energéticas, bollería y en general alimentos con azúcares añadidos).
- Alimentos blandos y pegajosos.
- Alimentos y bebidas ácidas (cuidado los zumos de cítricos, son ácidos y perdemos la fibra de las frutas que nos aporta propiedades beneficiosas y ayuda a prevenir enfermedades).
- Dietas hipercalóricas, con gran cantidad de hidratos de carbono.
- Bebidas alcohólicas.
- Tomar alimentos excesivamente calientes.
¿Qué recomendamos comer?
- Dieta saludable, pobre en hidratos de carbono y rica en frutas y verduras variadas y de diferente color. Especialmente recomendamos los frutos rojos y los cítricos (no en zumo), los vegetales de hoja verde y ricos en carotenoides (espinacas, zanahorias, apio, brócoli…).
- Asegurar la ingesta de folatos (vegetales de hoja verde), vitamina B (pescados, pollo, huevo, lácteos, legumbres y frutos secos), vitamina D (lácteos y pescado azul) y vitamina C (fresas, mandarinas, kiwis, brócoli, pimiento rojo…).
- Consumir:
- Pescados grasos, que tienen ácidos grasos poliinsaturados omega 3, para reducir la inflamación.
- Té verde o negro sin azúcar. Desacelera el crecimiento de bacterias. Ojo, no se recomienda el consumo excesivo ya que contiene teína (altera el sistema nervioso) y puede favorecer la aparición de tinciones en los dientes).
- Yogurt y queso. Ambos tienen alto contenido en calcio y proteínas que ayudan a fortalecer el esmalte dental. También tienen probióticos (bacterias beneficiosas) que desplazan a las bacterias causantes de la caries. Comer queso eleva el pH en la boca reduciendo el riesgo de caries.
- Las fresas contienen xilitol, una sustancia antibacteriana que contribuye a reducir la placa bacteriana.
Para tener una boca saludable la dieta adecuada debe ir acompañada de otros a factores de prevención de la enfermedad, como: no fumar, ejercicio moderado, evitar el alcohol y visitar a tu odontólogo regularmente.
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